EL
Coaching Educativo es la herramienta básica de trabajo que un buen formador
debe utilizar para posibilitar que sus alumnos aprendan a aprender. Es una
herramienta claramente innovadora para formar y educar. El futuro de la
educación está en ello. Los formadores o educadores, y aquí quiero englobar
tanto a los profesores como a los padres, tienen que tomar conciencia de la
existencia de estas nuevas tendencias. Y es que en el mundo en el que vivimos,
y no nos vamos a detener en el ritmo vertiginoso de cambios que estamos
viviendo en la era actual así como en la situación económica de nuestro entorno,
es necesario un cambio de actitud. No podemos esperar únicamente que nuestros
hijos se eduquen en base únicamente a conocimientos sino se enriquezcan día a
día en el fortalecimiento de sus capacidades.
Los formadores tenemos la obligación de encaminar a nuestros hijos/as hacia ese objetivo para logar personas más proactivas de cara a la consecución de sus metas en la vida. Un buen profesor-coach tiene que ayudar a sus alumnos a tomar conciencia de sus habilidades personales como primer paso hacia la autoconfianza. El segundo paso es aprender a gestionar el tiempo e identificar las debilidades que dificultan la consecución de sus metas. El profesor-coach tiene que saber cómo trabajar esas debilidades para convertirlas en fortalezas.
Un buen profesor-coach tiene que hacer consciente al alumno de las pautas de comunicación que utiliza. Queremos personas asertivas. La asertividad es una habilidad social para hacerse respetar sn faltar a los demás y haciendo valer los derechos de uno mismo. Queremos personas que sepan escuchar. La escucha activa es necesaria tanto hacia uno mismo como hacia los demás.
El profesor-coach acompañará al estudiante en el desarrollo de un proceso que le permita tomar conciencia progresivamente de sus capacidades investigadoras y potencial creativo. No impartimos clases magistrales en los que simplemente nos dedicamos a transferir conocimientos. No, queremos que los alumnos se involucren, que investiguen por su cuenta, que alcancen a autonomía personal y profesional. El futuro que les espera será a todas luces fuertemente competitivo y se valorará no solo los conocimientos sino las habilidades sociales, la gestión de personas, la gestión de las emociones...
La
inteligencia emocional es un pilar fundamental del coaching educativo. Pero de
eso quizás hablemos en otro momento...
